“No, ni siquiera ese muro era siempre así: a veces
volvía a ser la piedra negra y entonces yo no sabía
qué pasaba del otro lado... en todo caso había un
solo túnel , oscuro, solitario: el mío...
Después de este inmenso tiempo de mares y
túneles...
sentí que mi corazón se hacía duro y frío como
un pedazo de hielo.”
Ernesto Sábato: El Túnel
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